Hacia Pavimentos Sostenibles


Dr. José Pablo Aguiar, Quim. Alejandra Baldi

Cada vez nos impactamos más con las consecuencias del cambio climático: huracanes más intensos, inundaciones más prolongadas, sequías más devastadoras. Viendo las cosas así, no debería impactarnos que cada vez más industrias, empresas, individuos y naciones completas busquen hacer algo para preservar nuestro ambiente y poder heredarlo a las generaciones futuras.

Ahora bien, ¿será que podemos incorporar el sector carretero a este grupo que busca minimizar su huella de impacto? La respuesta es un contundente SÍ; y la buena noticia es que muchas de las acciones que se pueden tomar son de implementación inmediata.



Lo más fácil por hacer, y que es práctica común en muchos países es el uso de pavimentos reciclados (RAP): pavimentos removidos que ya han cumplido con su vida útil, pero que pueden ser reprocesados y utilizados como materia prima para construcciones nuevas o rehabilitaciones. Esto a nivel mundial es de acatación obligatoria en muchos casos – cada pavimento nuevo debe tener un porcentaje determinado de RAP – y en muchos casos se habla de pavimentos 100% reciclados.

Pero hay más por hacer, pues podemos aprovechar muchos otros materiales de desecho para ser incluidos en la mezcla asfáltica. Materiales como bolsas plásticas, estereofón, vinil, PET (botellas), entre otros, han sido evaluados en el LanammeUCR donde hemos determinado que aportan considerablemente al desempeño y la durabilidad de las carreteras: en otras palabras, dosificando adecuadamente estos desechos, ¡podemos obtener una mejora en el comportamiento de las carreteras! … lo que se traduce en infraestructura que brinda un mejor servicio a los usuarios y a la industria … esto es muy valioso pues ya está más que demostrado que carreteras en mejor estado generan menos desgaste en la flota vehicular y además reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.

Sumado a todo esto, mediante técnicas como las mezclas tibias o frías, donde la colocación y compactación de las mezclas asfálticas se realiza a temperaturas significativamente inferiores a las tradicionales, podemos obtener reducciones significativitas, sino es que totales, de la cantidad de emanaciones típicamente generadas … algo que no solo es positivo desde el punto de vista ecológico, sino también desde el punto de vista de salud de las personas que trabajan con estos materiales.



Pero no deberíamos conformarnos con lo anterior únicamente; siempre podemos mejorar más. Y para finalizar podemos plantear algunas ideas: consideremos la cantidad de área de nuestras ciudades y zonas rurales cubiertas por carreteras – el número es grande – y pensemos además que podemos hacer con todo este espacio y estas carreteras para aportar a nuestra metas país de carbono neutralidad: 1) generación de energía (empezando al menor en abastecer el alumbrado público), 2) promoción de vías exclusivas para peatones o ciclistas promoviendo también una mejor calidad de vida y facilidades de recreación para la ciudadanía, 3) reducción de la contaminación sonora generada por la operación de este tipo de infraestructura, entre otros. Todas estas iniciativas nos llevarán a disfrutar de un balance entre la infraestructura vial de calidad y un entorno ambientalmente amigable.




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