Características de la conservación vial en Costa Rica
Escrito por: Ing. Luis Diego Herra
El sistema de carreteras representa uno de los activos
más importantes con los cuales puede contar un Estado, y se constituye como un
actor clave para el progreso al permitir el traslado de bienes y servicios en
beneficio del desarrollo socioeconómico de una región. En Costa Rica, el
sistema de carreteras, conocido como red vial nacional, permite conectar a las
regiones más alejadas del país con las principales ciudades, siendo la red vial
costarricense una de las más densas de América (0,7 Km/Km2).
Esta condición trae consigo una serie de beneficios
desde el punto de vista socioeconómico, pues dicha red permite conectar
fácilmente las zonas productivas y turísticas con los centros poblacionales más
concurridos. Sin embargo, si el mantener
un sistema de carreteras es una actividad costosa, el hecho de contar con una
red vial densa exige un reto mayor para los tomadores de decisión del sector
transporte en Costa Rica, quienes cuentan con un presupuesto limitado para
atender estas actividades de mantenimiento.
Actualmente, el esquema de mantenimiento conocido como
conservación vial en Costa Rica, se basa en el pago por actividades mediante
precios unitarios, donde empresas privadas concursan para optar por el
mantenimiento de cada una de las zonas de conservación que dividen al país (ver
figura 1). Estos contratos de conservación vial, tienen definido un listado de
actividades para el mantenimiento vial, por ejemplo: construcción de muros de
contención, colocación de sobrecapas asfálticas, tuberías, entre otros; cuyo
precio y unidad de pago fueron acordados con la Administración previo al inicio
de cada contrato.
Figura 1. Distribución espacial de las zonas de conservación vial. |
Como este sistema de contratación se basa en precios
unitarios, el contratista usualmente solo se preocupa por ejecutar
adecuadamente las actividades que el gobierno le solicite. Bajo este esquema,
la Administración debe asumir la tarea de identificar qué tramos de la red vial
requieren ser intervenidos, así como la magnitud de estas inversiones. De este
modo, si se tiene en cuenta que el recurso humano disponible por la
Administración para el registro de necesidades en la red vial es escaso, surge
la necesidad de contar con apoyo técnico adicional. Es acá donde aparece un
tercer actor en el sistema de conservación vial costarricense: los
administradores viales.
Los administradores viales son empresas consultoras
contratadas por la Administración con el propósito de que estos sean un apoyo
en cuanto al registro de necesidades y supervisión de las actividades
realizadas por los contratistas. Sin embargo, de acuerdo con el informe número
LM-PI-AT-72-2016, elaborado por la Unidad de Auditoría Técnica del LanammeUCR,
el cartel de licitación 2012LN-0003-0CV00 (para la contratación de
administradores viales) no fue claro en cuanto al nivel de involucramiento de
estas empresas inspectoras en las acciones a desarrollar durante el periodo de
ejecución de su consultoría.
Figura 2. Inspección de las labores de conservación vial mediante el esquema actual. |
Por otro lado, se ha observado que el esquema de
conservación mediante precios unitarios ha sido ineficiente en eliminar las
prácticas constructivas inadecuadas, las cuales han quedado evidenciadas en
múltiples informes elaborados por la Unidad de Auditoría Técnica del
LanammeUCR. Este modelo por precios unitarios ha sido superado en otros países,
y se ha evolucionado a esquemas de pago por niveles de servicio, donde lo que
se mide no es el trabajo realizado o la cantidad de materiales empleados, sino
el resultado o el nivel de calidad de las obras, con el objetivo de alcanzar en
el mediano o largo plazo resultados preestablecidos en el contrato, buscando un
nivel de servicio determinado para una carretera [1].
De este modo, el modelo de inspección de los contratos por niveles de
servicio, en lugar de enfocarse en controlar la cantidad de los materiales
colocados y los procesos constructivos utilizados por los contratistas, se
centra en verificar que el estándar de la red vial atendida no sea inferior al
establecido previamente en el contrato. Consecuentemente, la implementación de
este modelo trae consigo una serie de beneficios que permiten la mejora de un
sistema de carreteras a partir de una gestión basada en una visión de mediano y
largo plazo, así como la necesidad que tendrían los contratistas por mejorar y
modernizar sus técnicas constructivas con tal de obtener mejores resultados en
los trabajos ejecutados [1].
Considerando estas ventajas, el LanammeUCR a través del
Programa de Infraestructura del Transporte (PITRA), ha reiterado la importancia
que podría tener la incorporación de este tipo de contratos (por niveles de
servicio). Por ejemplo, y para ampliar la perspectiva sobre las alternativas
con las que cuenta la Administración para el mantenimiento de la red vial
nacional, en el enlace adjunto [1] se puede acceder a una
conferencia llevada a cabo por el Ing. Luis Guillermo Loría Ph.D, donde se
comentan las características del modelo de contratación por niveles de servicio
y se ejemplifica mediante casos de éxito el uso de este esquema.
[1]Loría, G., & Rodríguez, J. (mayo de 2017). Contratos de mantenimiento por niveles de
servicio: Casos de éxito en Centroamérica. Conferencia llevada a cabo en el
auditorio del Centro de Transferencia Tecnológica, Laboratorio Nacional de
Materiales y Modelos Estructurales.
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=X2-cZswgq00
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=X2-cZswgq00
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