Afectación de las técnicas de colocación de mezcla asfáltica en la regularidad superficial del pavimento.


Escrito por: Ing. Victor Cervantes

El propósito principal del proceso de colocación de mezcla asfáltica en caliente (MAC), con pavimentadora es distribuir la mezcla asfáltica en el espesor y ancho deseado, con el nivel de inclinación requerido de acuerdo con la pendiente transversal de la calzada. Esto a la vez lo que busca que se produzca una regularidad uniforme en la capa de pavimento terminada, para brindar un mejor confort al usuario a la hora de transitar sobre la calzada.
Por ello es importante conocer los componentes que conforman dicho equipo (pavimentadora), así como las funciones de cada uno de estos componentes. Las partes principales que conforman una pavimentadora y las que tienen una mayor incidencia sobre el proceso de pavimentación son: la unidad de tracción y la unidad enrasadora.
La unidad de tracción permite el movimiento propio de la pavimentadora y el empuje del camión que se encuentra enfrente de la misma, así como la alimentación de la MAC. Por su parte el componente enrasador es el encargado de regular el espesor, procurando lograr que sea lo más parejo durante la colocación de mezcla asfáltica, de manera que se logre una regularidad superficial estable.
La unidad de enrasado se encuentra unida a la unidad tractora mediante puntos de remolque que permiten a los brazos de nivelación girar sobre el eje de unión. Finaliza en una plancha enrasadora que reproduce la pendiente promedio de la unidad de tracción, con lo que se logra pavimentar superficies con niveles irregulares, ya que conforme sube o baja la unidad enrasadora compensa la línea de tracción en el enrasador sin modificar su altura.
 
 
En cuanto a las principales fuerzas que actúan sobre la pavimentadora se pueden enumerar la fuerza de remolque de la unidad de tracción (lo cual varía con la velocidad) influyendo en el ángulo de ataque de la regla o plancha enrasadora. También la resistencia que produce la cantidad de mezcla asfáltica empujando contra la regla y que incide de la misma manera en el ángulo de ataque; ya que conforme la cantidad de mezcla aumenta o disminuye, el empuje contra la regla cambia alterando el ángulo de ataque sobre la regla.

El proceso de pavimentación se puede dividir en 3 fases principales, las cuales consisten en una primera fase de alimentación de mezcla a la tolva de la pavimentadora (directamente desde un camión o dispositivo de transferencia de mezcla), una segunda fase de distribución de la mezcla en la superficie de la calzada mediante la pavimentadora y una tercera fase de densificación de la mezcla a través de una compactación inicial dada por el peso y acción vibratoria del reglón o plancha enrasadora y una compactación final con la utilización del paso de un tambor liso y luego de un rodillo de llantas de hule.


 
En este proceso pueden ocurrir irregularidades en el espesor de pavimento debido a ciertos factores entre ellos: la velocidad de avance de la pavimentadora, la cual al ser mayor produce capas de menor espesor o si es menor produce capas de mayor espesor, por lo que es fundamental mantener una velocidad similar durante la colocación para conseguir una capa de espesor uniforme. Además, existen otros factores que afectan la regularidad de una capa asfáltica, como las paradas cortas o paradas largas, las cuales pueden crear irregularidades en la calzada, por lo que se debe procurar disminuir este tipo de detenciones y procurar que el proceso se realice a una velocidad constante de la pavimentadora.

 

Entre otros factores se tiene también la cantidad de mezcla asfáltica frente al reglón, ya que, si la cantidad es mucha, lo empuja hacia arriba (aumentando el ángulo de ataque) y se producen capas de mayor espesor. Otro factor que influye bastante en la regularidad del espesor de la capa de mezcla asfáltica es el efecto de la temperatura sobre el ligante asfáltico, donde a mayores temperaturas la viscosidad del asfalto disminuye y por lo tanto el reglón se emplaza poco a poco en la capa de mezcla asfáltica, por lo que se consiguen menores espesores de la capa.  

 
Es por ello por lo que es imprescindible controlar y monitorear los parámetros señalados durante el proceso de pavimentación, con el fin de garantizar y asegurar la uniformidad en los espesores de las capas de mezcla asfáltica que se colocan y por ende la regularidad superficial de la calzada.
 

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